Por qué la gente en la edad media dormía en armarios de madera

Se rumorea que estos muebles acogedores tenían la capacidad de transformarse en camas para hasta cinco personas.

En un museo ubicado en Wick, en el extremo norte de Escocia, se exhibe lo que aparenta ser un amplio armario de pino.

Con sus puertas dobles de largo completo al frente y algunas maletas apiladas encima, este mueble podría pasar desapercibido en un dormitorio moderno. De hecho, se ensambla como un armario común y corriente, con cada pieza encajando entre sí, lo que permite moverlo y reconstruirlo con facilidad.

Sin embargo, este armario no está destinado a guardar camisas ni chaquetas; carece de perchas o estantes en su interior. Se trata de una cama armario diseñada para que las personas duerman en ella. 

Dormir sobre madera

Estos muebles pesados eran exactamente eso: una caja de madera que alojaba una cama. Algunos eran simples y modestos, no más que contenedores de madera sin adornos.

Otros, en cambio, estaban ricamente decorados, con lados tallados, paneles o pinturas. A menudo, los armarios tenían puertas que se cerraban para encerrar al durmiente en la oscuridad de su estrecho interior, o una pequeña ventana con cortinas. Los más elaborados incluían cajones adicionales y un asiento en la base.

Durante siglos, trabajadores agrícolas, pescadores e incluso miembros de la nobleza se refugiaban cada noche dentro de estas acogedoras guaridas de madera, teniendo cuidado de no golpearse los codos al entrar, y se encerraban.

Ahorro de espacio

Por qué la gente en la edad media dormía en armarios de madera

Las camas armario eran muebles versátiles, a menudo utilizados como dormitorios en miniatura en lugares donde no había suficiente espacio. En un caso documentado en 1890 por la Wick Society, una familia con demasiados miembros para su casa de una sola habitación en las Tierras Altas de Escocia, tenía a varios durmiendo en camas armario en el granero, entre perros y caballos.

Compartir una cama tipo caja con familiares o compañeros de trabajo no era inusual. En el melodrama de 1825 "The Factory Lad", los trabajadores dormían en pilas de camas armario, con dos o tres personas ocupando cada una. 

Algunas tenían orificios para la ventilación, pero apretujar a demasiada gente podía conllevar el riesgo de asfixia: una historia del siglo XIII en Francia narra la muerte por mala ventilación de tres invitados secretos escondidos en una cama armario.

Estas camas eran particularmente comunes en el Reino Unido y en Europa continental. Según un relato de 1840, la mayoría de las cabañas en Bretaña, Francia, incluían estos muebles, generalmente fabricados en roble, con varios en una habitación, cada uno con un largo cofre de madera en la base.

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